Patologías
TRASTORNOS DE LA COMUNICACIÓN
El DSM-5 define el TL como la presencia de dificultades persistentes en la adquisición y en el uso del lenguaje, debidas a déficits en la comprensión o producción de palabras, frases, estructuras o narración. Estas dificultades pueden ser evidentes no solo en la comunicación hablada, sino también en la escrita o en el lenguaje de signos. Los niños con TL van a presentar un vocabulario reducido, una estructura gramatical simplificada o incorrecta para la edad y un discurso alterado, sobre todo en la narración.
Para e diagnóstico de TL se ha de cumplir los siguientes criterios:
A. Dificultad persistente en la adquisición y uso del lenguaje en todas sus modalidades (hablado, escrito, lenguaje de signos).
B. Las capacidades del lenguaje están por debajo a lo esperado para la edad y esta alteración va a causar limitaciones en la comunicación eficaz, lo que interfiere a nivel social, académico o laboral.
C. Inicio de síntomas en las primeras edades del desarrollo.
D. Dificultades no atribuibles a afecciones congénitas o adquiridas.
El trastorno de los sonidos del habla se define en el DSM-5 como una “dificultad persistente en la producción fonológica que interfiere con la inteligibilidad del habla o impide la comunicación verbal de mensajes”.
Para el diagnóstico del trastorno fonológico se han de cumplir los siguientes criterios:
A. Dificultad persistente en la producción fonológica que interfiere con la inteligibilidad del habla o impide la comunicación verbal de mensajes.
B. La alteración causa limitaciones en la comunicación eficaz que interfieren a nivel social/académico o laboral.
C. Inicio de síntomas en primeras edades de desarrollo.
D. Dificultades no atribuibles a afecciones congénitas o adquirida.
Es definido por el DSM-5 como “alteraciones en la fluidez y en la organización temporal del habla, inadecuadas para la edad y habilidades de lenguaje del individuo, persistentes en el tiempo y que se caracterizan por la aparición de uno o más de los siguientes factores: repetición de sonidos, sílabas o palabras monosílabas, prolongación de sonidos de consonantes y de vocales, fragmentación de palabras, bloqueo en el habla audible o silencioso, circunloquios (sustitución de palabras para evitar palabras problemáticas), producción de palabras con exceso de tensión”.
Para el diagnóstico de TFI, se deben cumplir los siguientes criterios:
A. Alteraciones en la fluidez y organización temporal normales del habla, inadecuadas para la edad y habilidades de lenguaje del individuo, persistentes en el tiempo y que se caracterizan por su aparición frecuente y notable (aparición de uno o más: repeticiones de sonidos y sílabas o palabras monosílabas, prolongaciones, fragmentaciones, bloqueos, circunloquios, producción con exceso de tensión).
B. La alteración causa ansiedad al hablar o limitaciones en la comunicación eficaz, participación social, rendimiento académico o laboral.
C. Inicio de síntomas en primeras fases del desarrollo.
D. La alteración no es atribuible a un déficit motor o sensitivo del habla o asociada a un déficit neurológico o a otra afección médica y no se explica mejor por otro trastorno mental.
Se define en el DSM-V por “la presencia de dificultades persistentes en el uso social de la comunicación verbal y no verbal, en ausencia de intereses y comportamientos restringidos y repetitivos, que no
pueden atribuirse a otra afección médica o neurológica ni a la baja capacidad en los dominios de morfología y gramática, y no se explican mejor por TEA, discapacidad intelectual-retraso global del desarrollo u otro trastorno mental”.
TRASTORNOS DEL NEURODESARROLLO
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) se define en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta edición (DSM-5) como un trastorno del desarrollo neurológico caracterizado por:
A.- Deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social en diversos contextos, no atribuibles a un retraso generalizado del desarrollo, manifestando simultáneamente los 3 siguientes:
A.1 Deficiencias en la reciprocidad socioemocional, como por ejemplo son: acercamiento social anormal, fracaso en la conversación normal en ambos sentidos, disminución en intereses, emociones o afectos compartidos o fracaso en iniciar o responder a interacciones sociales.
A.2 Deficiencias en las conductas comunicativas no verbales utilizadas en la interacción social, por ejemplo: comunicación verbal y no verbal poco integrada, anormalidad en el contacto visual y del lenguaje corporal, deficiencias en la comprensión y el uso de gestos, falta total de expresión facial y de comunicación no verbal.
A.3 Déficits en el desarrollo, mantenimiento y comprensión de relaciones adecuadas al nivel de desarrollo; por ejemplo: dificultad para ajustar el comportamiento a diversos contextos sociales, dificultades para compartir el juego imaginativo o para hacer amigos, o ausencia de interés por las otras personas.
B.- Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades que se manifiestan en dos o más de los siguientes puntos, actualmente o por los antecedentes (los ejemplos son ilustrativos, pero no exhaustivos):
B.1 Movimientos, uso de objetos o habla estereotipada o repetitiva; por ejemplo: estereotipias motrices simples, alineación de juguetes, cambio de lugar de los objetos, ecolalia o frases idiosincráticas.
B.2 Insistencia en la monotonía, excesiva inflexibilidad a rutinas, o patrones ritualizados de comportamiento verbal y no verbal; por ejemplo: elevada angustia ante pequeños cambios, dificultades con las transiciones, patrones de pensamiento rígidos, rituales de saludo o necesidad de seguir siempre la misma ruta o de comer los mismos
alimentos cada día.
B.3 Intereses muy restrictivos y fijos que son anormales en cuanto a su intensidad y focos de interés se refiere; por ejemplo: fuerte vínculo o elevada preocupación hacia objetos inusuales y también intereses excesivamente circunscritos y perseverantes.
B.4 Híper o hiporreactividad a los estímulos sensoriales o interés inusual por los aspectos sensoriales del entorno; por ejemplo: aparente indiferencia al dolor/temperatura, respuesta adversa a sonidos y texturas específicas, oler o tocar excesivamente objetos o fascinación visual con luces o movimientos.
C. Los síntomas tienen que manifestarse en el periodo de desarrollo temprano. No obstante, pueden no revelarse totalmente hasta que las demandas sociales sobrepasen sus limitadas capacidades. Estos síntomas pueden encontrarse enmascarados por estrategias aprendidas en fases posteriores de la vida.
D. Los síntomas causan deterioro clínico significativo en el área social, académico, laboral o en otras importantes para el funcionamiento cotidiano.
Incluida dentro de los trastornos del neurodesarrollo como un trastorno específico del aprendizaje con dificultad en lectura / en la expresión escrita, se deben cumplir los siguientes criterios diagnósticos:
A) Presentar al menos uno de los siguientes síntomas, que han persistido por lo menos durante 6 meses, a pesar de existir intervenciones dirigidas a tratar esas dificultades.
1- Lectura de palabras imprecisa o lenta y con esfuerzo (lectura vacilante, errores de precisión, intenta adivinar las palabras…).
2- Dificultades para comprender el significado de lo que lee.
3- Dificultades ortográficas en referencia a la falta de precisión (omitir, añadir o sustituir letras).
4- Dificultades en la expresión escrita (errores gramaticales o de puntuación, mala organización de ideas…).
B) Las aptitudes o habilidades académicas afectadas, cuantificadas con pruebas estandarizadas individualizadas aplicadas en una valoración clínica integral, están significativamente por debajo de lo esperado por edad cronológica e interfieren negativamente en el rendimiento académico, laboral o de la vida cotidiana.
C) Las dificultades de aprendizaje comienzan en la edad escolar, aunque pueden no manifestarse totalmente hasta que el aumento de las exigencias académicas supera la capacidad de compensación cognitiva del estudiante (lo cual sucedería en los últimos cursos de educación primaria o en secundaria).
D) Las dificultades de aprendizaje no se explican mejor por otras causas: deficiencias intelectuales (Coeficiente Intelectual > 70), déficits visuales o auditivos no corregidos, otros trastornos mentales o neurológicos, adversidad psicosocial, falta de dominio del lenguaje o falta de instrucción académica adecuada.
Los pacientes con disgrafía presentan:
A) Dificultades en el rendimiento académico: la dificultad se presenta en áreas académicas específicas que están por debajo de lo esperado para la edad del individuo, lo que se refleja en un rendimiento por debajo del promedio en las tareas de escritura.
B) Dificultades persistentes: las dificultades en la escritura son persistentes y se manifiestan en varias contextos y situaciones a lo largo del tiempo.
C) Influencia en la vida cotidiana: las dificultades con la escritura afectan negativamente el rendimiento académico y/o las actividades de la vida diaria que requieren escritura, como tareas escolares, tareas del hogar o trabajos.
D)Exclusión de otros trastornos: las dificultades no son atribuibles a un déficit intelectual, una dificultad sensorial, un trastorno neurológico o a factores socioeconómicos, educativos o a la falta de oportunidades para aprender.
TRASTORNOS ADQUIRIDOS DEL LENGUAJE POR LESIÓN NEUROLÓGICA
el DSM-V define la afasia como “una disfunción del lenguaje que puede involucrar una alteración de la comprensión o la expresión de palabras o equivalentes no verbales de palabras (gestos, expresiones faciales…), derivada a un problema en los centros del lenguaje de la corteza cerebral y los ganglios basales, o en las vías de la sustancia blanca que los conectan”.
Se caracteriza por la dificultad para generar lenguaje. La comprensión y la capacidad de conceptualizar suelen estar bastante intactas. Los pacientes con afasia de Broca tienen un habla muy limitada, presentan agramatismo, problemas de fluidez, anomia y parafasias fonéticas.
Los pacientes pueden hablar de forma excesiva, utilizando oraciones largas que carecen de sentido, añadiendo palabras innecesarias, creando neologismos o cometiendo parafasias.
Se distinguen por tener problemas en repetición.
El paciente muestra una forma leve de afasia de recepción, con alteraciones en la lectura y la escritura, aunque la capacidad de repetición se mantiene intacta.
El paciente presenta un habla entrecortada y utiliza frases cortas.
Este es el tipo más leve y común de afasia. Se manifiesta con dificultades significativas para nombrar objetos, pero el habla es fluida, la comprensión está relativamente conservada y la repetición es generalmente normal.
El paciente tiene problemas tanto para expresarse como para entender.
Los pacientes tienen un habla espontánea limitada y aunque pueden dar respuestas cortas de manera fluida, estas a menudo son repeticiones exactas de lo que otra persona ha dicho (ecolalia) sin que se produzca comprensión.
TRASTORNOS ASOCIADOS A PROCESOS DEGENERATIVOS
Los trastornos de la comunicación son un conjunto de condiciones psiquiátricas que afectan el habla, el lenguaje y otros aspectos de la comunicación. En los adultos mayores, los trastornos del lenguaje suelen manifestarse con dificultades tanto en la expresión como en la comprensión de lo que se dice, y estas dificultades tienden a ser
más prolongadas.
Estos trastornos impactan el vocabulario y la gramática, lo que limita la capacidad de los ancianos para mantener una conversación. Aunque existen diversas formas de problemas de comunicación y lenguaje, algunos síntomas comunes en personas mayores incluyen:
– Disminución del vocabulario.
– Dificultad para formar oraciones.
– Problemas para organizar un discurso.
– Incapacidad para describir un tema adecuadamente.
Además de estos problemas de expresión, es común que quienes padecen un trastorno del lenguaje también tengan dificultades para recordar nuevas palabras y entender estructuras comunicativas como sinónimos, significados múltiples o juegos de palabras.
TRASTORNOS ESTRUCTURALES DE LAS FUNCIONES OROFACIALES VERBALES Y NO VERBALES
La disglosia es un tipo de trastorno del habla que se caracteriza por
dificultades en la articulación o anomalías en los órganos periféricos responsables del habla, a menudo requiere intervención quirúrgica para su tratamiento.
La deglución atípica es un patrón de deglución que se aparta de la
forma convencional y que puede afectar tanto la función oral como la salud dental. A diferencia de la deglución normal, en la que la lengua se posiciona sobre el paladar al tragar, en la deglución atípica la lengua tiende a empujar hacia adelante, a menudo entre los dientes o hacia los labios. Esto puede ocurrir de manera habitual y no solo en situaciones de alimentación.
Las causas de la deglución atípica pueden incluir:
– Hábitos orales: Chupar el dedo, succión de labios o lengua.
– Desarrollo dental: Problemas de alineación dental o maloclusiones.
– Problemas respiratorios: Dificultades para respirar por la nariz que pueden hacer que se respire por la boca.
– Alteraciones en la musculatura facial: Debilitamiento de los músculos que participan en la deglución.
Consecuencias:
– Maloclusiones dentales: Desalineación de los dientes y problemas en la mordida.
– Problemas en el habla: Dificultades en la articulación de ciertos sonidos.
– Alteraciones en el desarrollo facial: Influencia en la forma de la cara y la mandíbula.
– Disfunción en la alimentación: Dificultades al comer o tragar.
Alteraciones y trastornos asociados a la deglución atípica:
– Hipotonía del área bucofacial.
– Alteraciones en la respiración.
– Movimientos inadecuados de la lengua.
– Problemas ortodóncicos.
– Alteraciones en la masticación.
– Fonemas distorsionados.
La disfagia es un término médico que se refiere a la dificultad para tragar. Esta condición puede afectar tanto a la deglución de líquidos como de sólidos y puede ser causada por una variedad de factores. Algunas de las causas comunes de la disfagia incluyen:
1. Problemas neurológicos: Afecciones que afectan el sistema nervioso, como el accidente cerebrovascular, la esclerosis múltiple o la enfermedad de Parkinson, pueden interferir con el control de los músculos necesarios para tragar.
2. Problemas estructurales: Anomalías en la anatomía del esófago o de la garganta, como tumores, estrechamientos (estenosis) o inflamaciones, pueden dificultar el paso de los alimentos.
3. Trastornos musculares: Enfermedades que afectan los músculos, como la distrofia muscular.
4. Reflujo gastroesofágico: El reflujo ácido puede causar inflamación y cicatrización en el esófago, lo que puede dificultar la deglución.
5. Enfermedades inflamatorias: Afecciones como la esofagitis pueden provocar inflamación y dolor al tragar.
Los síntomas de la disfagia pueden incluir:
– Sensación de que los alimentos se quedan atascados en la garganta o el pecho.
– Dolor al tragar.
– Regurgitación o aspiración de alimentos o líquidos.
– Cambios en la voz después de comer.
– Pérdida de peso inexplicada.
TRASTORNOS DE LA VOZ Y LA RESONANCIA
La disfonía se refiere a cualquier alteración en la voz que afecta su calidad, tono, volumen o proyección. Puede manifestarse como una ronquera, debilidad vocal, esfuerzo al hablar o cambios en el tono característico de la voz. Las causas de la disfonía pueden ser variadas, incluyendo problemas orgánicos, funcionales o neurológicos.
1. Disfonía funcional: Causada por un uso inadecuado de la voz, como gritar o hablar en un tono inadecuado. No hay una lesión orgánica en las cuerdas vocales.
2. Disfonía orgánica: Resulta de una lesión estructural o patología de las cuerdas vocales, como:
– Nódulos: Lesiones benignas que generalmente se producen por el uso excesivo de la voz.
– Pólipos: Lesiones similares a los nódulos, pero suelen ser más grandes y pueden aparecer en una sola cuerda vocal.
– Laringitis: Inflamación de la laringe que puede causar ronquera.
– Parálisis de cuerdas vocales: Pérdida parcial o total de la función de una o ambas cuerdas vocales.
3. Disfonía asociada a factores psicológico: A veces considerada una forma de disfonía funcional, es cuando el paciente presenta alteraciones vocales sin hallazgos orgánicos claros, frecuentemente asociado con factores psicológicos.
4. Disfonía presenil: Cambios en la voz que ocurren en personas mayores, a menudo relacionados con la atrofia de los músculos de la laringe.
5. Disfonía por problemas neurológicos: Afectaciones en el sistema nervioso que impactan la producción de la voz, como en el caso de la enfermedad de Parkinson o esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
6. Disfonía a causa de trastornos sistémicos: Enfermedades que pueden afectar la voz de forma indirecta, como el reflujo gastroesofágico o enfermedades respiratorias.